El VIH es el virus que causa el SIDA, o síndrome de inmunodeficiencia adquirida, que provoca la muerte a las células del sistema inmunitario, haciendo el cuerpo vulnerable a infecciones de virus y bacterias. El SIDA suele ser asintomático en los primeros años y, a la larga, mortal. A día de hoy no existe tratamiento que cure la enfermedad, pero sí fármacos que ayudan a evitar infecciones y problemas que trae este trastorno, haciendo que los enfermos vivan muchos años.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Loyola en Chicago ha descrito como el virus del VIH altera el funcionamiento de una proteína para adentrarse en el núcleo celular y evitar el sistema inmune. El mecanismo de entrada del virus descrito por los investigadores es el siguiente: en estado normal, hay una proteína denominada KIF5B que transporta sustancias entre núcleo y citoplasma. El virus del VIH se sirve de esta proteína para agrandar los poros de la superficie celular y así, entrar en el núcleo. De esta manera, el cuerpo no detecta la presencia de un “elemento extraño” en el cuerpo, por lo que no se desencadena la respuesta inmune y el virus puede permanecer en las células indefinidamente.
Este hallazgo abre la puerta a la creación de fármacos que eviten que el VIH se cuele en el núcleo celular, o bien, fármacos que permitan que el cuerpo cree una respuesta inmune contra el virus y lo neutralice.
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